En México muchos migrantes pueden trasladarse, laborar y vivir en condiciones dignas, otros se ven obligados a abandonar sus territorios debido a la pobreza, la falta de un empleo adecuado, las violaciones de sus derechos humanos, un conflicto armado o la inseguridad. En sus nuevos hogares muchos son discriminados, explotados laboralmente y no se les reconocen sus aportes en la sociedad.
Los migrantes mexicanos son una fuerza de trabajo fundamental, no
sólo en Estados Unidos, ya que necesitan de nuestro mercado laboral, sino
también en nuestra nación. En el marco del Día Internacional del Migrante, que
se conmemoro este 18 de diciembre, el rector Jorge León Vázquez comentó que éste surgió para darles su lugar
en el mundo y es una llamada de atención sobre su importancia en la economía de
los territorios involucrados.
Los recursos enviados desde Estados Unidos son importantes para México, aunque su monto no es más alto que los ingresos petroleros, sí supera la inversión extranjera directa. En los primeros nueve meses de 2014, nuestro país recibió 17 mil 585 millones de dólares por ese concepto (tan sólo en septiembre la cifra fue de mil 957 millones de dólares), la cantidad más alta desde 1997, año en que, en el mismo lapso, entraron 19 mil 762 millones de dólares.
Aunque el desplazamiento hacia la Unión Americana no es nuevo, los grandes flujos desde 1994 son resultado de la incapacidad de nuestros gobiernos para crear empleos necesarios y bien pagados. Muchas comunidades están casi abandonadas, sólo se quedan los viejos y los niños porque ahora las mujeres también se van, y ya se habla de la feminización de la migración.
Como es difícil tener documentos que les permitan laborar, acuden a la industria de la falsificación. "Con estos papeles consiguen un empleo y pagan impuestos, pero como son falsos no pueden recuperarlos o devolverle los impuestos de los que se apropia el Estado, y son muchos millones de dólares. Tampoco tienen seguridad social, así que si enferman, tienen que costear un médico particular. En México no se había pensado en la importancia de los flujos migratorios, en que son seres humanos y que debemos luchar para que no violen sus facultades. Por eso la Universidad Alva Edison tiene su lema “El lado humano de la educación”.
Los recursos enviados desde Estados Unidos son importantes para México, aunque su monto no es más alto que los ingresos petroleros, sí supera la inversión extranjera directa. En los primeros nueve meses de 2014, nuestro país recibió 17 mil 585 millones de dólares por ese concepto (tan sólo en septiembre la cifra fue de mil 957 millones de dólares), la cantidad más alta desde 1997, año en que, en el mismo lapso, entraron 19 mil 762 millones de dólares.
Aunque el desplazamiento hacia la Unión Americana no es nuevo, los grandes flujos desde 1994 son resultado de la incapacidad de nuestros gobiernos para crear empleos necesarios y bien pagados. Muchas comunidades están casi abandonadas, sólo se quedan los viejos y los niños porque ahora las mujeres también se van, y ya se habla de la feminización de la migración.
Como es difícil tener documentos que les permitan laborar, acuden a la industria de la falsificación. "Con estos papeles consiguen un empleo y pagan impuestos, pero como son falsos no pueden recuperarlos o devolverle los impuestos de los que se apropia el Estado, y son muchos millones de dólares. Tampoco tienen seguridad social, así que si enferman, tienen que costear un médico particular. En México no se había pensado en la importancia de los flujos migratorios, en que son seres humanos y que debemos luchar para que no violen sus facultades. Por eso la Universidad Alva Edison tiene su lema “El lado humano de la educación”.
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